domingo, 1 de junio de 2014

DOLOR DE ESPALDA DE ORIGEN CERVICAL:

Se denomina cervicalgia al dolor localizado en la parte posterior del cuello, sobre la columna cervical. Ésta es una de las causas más frecuentes de consulta tanto en los servicios de urgencia como en las visitas al médico de cabecera o al traumatólogo.

Causas de la cervicalgia:

Existen múltiples enfermedades que pueden dar lugar a dolor en la columna cervical, pero las tres causas más comunes son la artrosis de las últimas vértebras cervicales, los traumatismos por accidente de tráfico y los deportivos y las enfermedades que cursan con contractura muscular.

Datos concretos:

Alrededor del 25% de los varones y el 34% de las mujeres han tenido alguna vez un episodio de cervicalgia en su vida. Hasta los 60 años, los cuadros de dolor en la columna cervical son más frecuentes en las mujeres, pero a partir de esta edad los términos se invierten y son los hombres los que los sufren en mayor proporción.

Profesiones relacionadas con el dolor cervical:

La existencia de dolor en la región cervical está muy relacionada con el tipo de trabajo que se realice. Es frecuente en profesiones muy sedentarias. Esta falta de ejercicio hace que los trabajadores tengan una musculatura muy débil en el cuello, resintiéndose con gran facilidad en cuanto se realiza un trabajo un poco más duro de lo habitual.
También es frecuente en aquellos oficios que exigen una gran sobrecarga de la musculatura cervical, debido a que trabajan muchas horas con el cuello inclinado hacia adelante. En este caso puede que la musculatura no sea débil pero el esfuerzo al que se le somete es mayor que su resistencia, apareciendo por ello el dolor. Ejemplo típico de estas profesiones son las mecanógrafas, las costureras y las personas que se encuentran en una cadena de montaje.

La edad como factor desencadenante:

La edad es un factor determinante en el origen de la aparición de dolor en la columna cervical, de tal modo que hasta un 85% de la población por encima de los 65 años está afectada de artrosis.
Los cambios artrósicos de la columna cervical en las primeras décadas de la vida son muy infrecuentes. Se podría afirmar que mientras que en gente joven o de mediana edad las causas de dolor cervical están muy relacionadas con los traumatismos y con las sobrecargas de la musculatura por la profesión o por problemas posturales, en la gente por encima de los 60 años la causa más frecuente de dolor es la artrosis cervical.

Los traumatismos:

  • La columna cervical es la región de la columna vertebral con mayor proporción de lesiones por traumatismos si se compara con las otras zonas de la columna. Este aumento de frecuencia parece estar relacionado con la gran movilidad de la columna cervical, su escasa protección, así como el gran volumen y peso de la cabeza. Los dos tipos de traumatismos más frecuentes en el cuello son los producidos por accidentes de tráfico y por accidentes deportivos:
  • En los accidentes de tráfico habitualmente se producen las lesiones de la columna cervical por dos mecanismos. Uno de ellos es la aceleración brusca, que se da cuando al encontrarse el coche detenido viene otro vehículo por detrás y le golpea. En este caso, la cabeza se mueve bruscamente hacia atrás y se lesionan todos los ligamentos y los músculos de la parte delantera de la columna. El segundo mecanismo lesional se produce cuando, estando el coche en marcha a gran velocidad, choca bruscamente contra algo, es por tanto un mecanismo de deceleración. En este caso, la cabeza se desplaza bruscamente hacia adelante y las lesiones se producirán en la parte de atrás de la columna. En muchos casos se dan los dos fenómenos, primero la cabeza va hacia adelante o hacia atrás para luego irse hacia el lado contrario, a esto se denomina lesión en latigazo por su semejanza al movimiento brusco del látigo. La evolución de estas lesiones es muy variable y depende de varios factores, entre ellos de la gravedad de la lesión que suele venir dada por la velocidad del impacto entre ambos coches. No es infrecuente encontrarnos con casos de esguinces cervicales (lesión de los ligamentos de la columna cervical) que continúan con molestias en el cuello durante un año o año y medio.
  • En los accidentes deportivos, sobre todo en la práctica de deportes de equipo. Especialmente graves son las lesiones producidas al tirarse al agua desde una gran altura, tanto en piscinas como en ríos con poca profundidad. El impacto de la cabeza con el suelo de la piscina o con alguna piedra produce una fractura en la columna, habitualmente a nivel de la quinta y sexta vertebra cervical. En algunos casos, el paciente queda tetrapléjico sin poder mover los brazos ni las piernas de manera irreversible, además presenta una pérdida de la sensibilidad en todo el cuerpo por debajo del cuello.

Síntomas:

El cuadro clínico de la cervicalgia suele ser de dolor en la nuca que se puede extender hacia los hombros y hacia la cabeza. El dolor puede aparecer de forma gradual, siendo al principio de baja intensidad para ir aumentando posteriormente. Otras veces, la aparición del dolor es repentina y muy intensa. El dolor puede acompañarse de chasquidos, sensación de peso, rigidez con movilidad limitada y a veces de sensación de hormigueo en los brazos y las manos.
El dolor suele mejorar con el reposo, aunque no es infrecuente que se empeore en la cama durante la noche. Cuando el origen del dolor está causado por alguna patología que comprime algunas de las raíces nerviosas que salen de la columna cervical, el paciente puede presentar una disminución de la fuerza a nivel de los músculos del brazo, antebrazo o mano, e incluso una disminución de la sensibilidad de alguna parte del miembro superior.

El síndrome de insuficiencia vértebro-basilar:

Mención especial merece el llamado síndrome de Barre-Lieou o síndrome de insuficiencia vértebro-basilar, más frecuente entre las mujeres y caracterizado por dolores de cabeza y dolor en el cuello con trastornos visuales y auditivos. A veces, el enfermo tiene una gran sensación de inestabilidad que hace que deba caminar agarrándose a los muebles o a otras personas debido al temor a caerse. Además de la inestabilidad, el paciente se queja frecuentemente de vértigos, acompañados de náuseas, sudoración y mal estado general. El cuadro suele aparecer o empeorar en situaciones de gran tensión emocional.
Este cuadro es producido por una importante disminución del flujo de sangre al cerebro originado por una obstrucción de las arterias vertebrales. Ésta puede ser debida a una deformidad de las vértebras o por giros de la cabeza que las colapsan. Hay que destacar que la artrosis por sí sola no produce estos síntomas tan aparatosos, por lo que se debe asociar a cuadros de mala circulación cerebral por arteriosclerosis.
Cuando la artrosis es muy severa o existe una hernia cervical, el paciente ademas del dolor puede presentar dificultades para caminar y alteraciones en el control de la orina o la defecación. Esto se dará sólo en casos muy avanzados a los que los enfermos no deben llegar sin haber sido vistos antes por el especialista.

Diagnóstico de los trastornos cervicales:

Las dolencias de la columna cervical se diagnostican fundamentalmente con las radiografías simples y con la resonancia magnética, esta última de extrema utilidad en esta zona.

Radiografías simples:

La radiografías simples dan información del estado en que se encuentra el hueso, pudiendo comprobar si existen grandes osteofitos (prolongaciones en forma de picos del loro) que puedan comprimir el esófago por delante o la médula por detrás.
También se puede observar si las pequeñas articulaciones entre una vértebra y otra están estrechadas e irregulares o si los discos son de una altura normal o han disminuido, indicando así una patología discal. Es muy importante comprobar la alineación de la columna cervical, verificando si existe una rectificación de la misma o una escoliosis.

Resonancia magnética:

Esta prueba proporciona información detallada acerca de la existencia de un problema a nivel del hueso de la columna cervical. Es muy útil, por ejemplo, para el diagnóstico de los tumores o infecciones vertebrales. Pero la gran utilidad de la resonancia es su capacidad para mostrar si existen problemas a nivel de los discos, como son las hernias discales o las protrusiones.
Además de decir si existe, muestra en qué grado la hernia está comprimiendo la médula o las raíces nerviosas. Esta información es vital a la hora de tomar una decisión en cuanto a si el enfermo precisa cirugía o no. La resonancia también sirve para comprobar el estado de los ligamentos, además de ofrecer imágenes de los músculos y tendones.

Tomografía axial computarizada:

La tomografía axial computarizada tiene menos aplicaciones en esta región que en la columna lumbar debido a que las imágenes obtenidas a través de la resonancia son de una mejor calidad en la columna cervical.

Enfermedades que originan dolores cervicales:

El dolor a nivel de la columna cervical puede tener origen en enfermedades generales que afectan a otras partes del organismo y que de forma añadida pueden lesionar la columna.

Enfermedades reumáticas :

Puede ser causa de dolores cervicales cualquiera de la gran cantidad de enfermedades reumáticas existentes, pero hay que destacar dos de ellas: la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante. Las enfermedades reumáticas afectan a múltiples articulaciones como son las manos, las rodillas o las caderas pero afectan especialmente a la columna y sobre todo a la columna cervical donde pueden llegar a destruir las articulaciones. El dolor aunque sea continuo puede tener épocas en que se incremente notablemente porque estas enfermedades tienen brotes de empeoramiento.

Infecciones:

Las infecciones producidas por gérmenes como el de la brucelosis, también llamada fiebre de malta, o el de la tuberculosis, suelen destruir los huesos de las vértebras. Los enfermos pueden sufrir grandes dolores y deformidades como las que se producen en el Mal de Pott. En los casos de infecciones de la columna, además del dolor muy intenso, suele haber fiebre y una gran alteración del estado general con pérdida de peso y palidez

Tumores:

Los tumores, aunque muy rara vez, también se pueden encontrar en la columna cervical. Dichos tumores pueden ser benignos o malignos. Los más frecuentes son las metástasis, que es la afectación de la columna cervical por la invasión de células que proceden de tumores malignos que se originan en otros órganos. Los tumores originales del hueso de la columna cervical son excepcionalmente raros.

Tratamiento:

El tratamiento del dolor cervical tiene como objetivo eliminar el mismo y disminuir la rigidez del cuello.
El 80% de las cervicalgias suelen mejorar en menos de tres semanas, independientemente del tratamiento que se aplique.
Algo que hay que destacar es que la problemática de origen psicológico y social del paciente puede ser causa de dolor cervical con gran frecuencia. Estos factores parecen influir más en los problemas de la columna cervical que en los de otras regiones de la columna. Es frecuente que el origen del dolor sea ocasionado por insatisfacción laboral, problemas familiares, problemas afectivos o depresiones. El tratamiento de los problemas de la columna cervical se debe basar en dos pilares, la medicación y la rehabilitación.

Tratamiento farmacológico:

El tratamiento farmacológico se centra en el consumo de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, así como en el tratamiento de la contractura muscular con relajantes musculares.

Tratamiento rehabilitador:

El tratamiento rehabilitador tiene varias funciones como son mejorar el dolor, recuperar la movilidad del cuello y potenciar la musculatura de la región:
  • Cuando el dolor es muy agudo se recomienda reposo en cama durante uno o dos días, hasta que cedan las molestias un poco.
  • El uso de collarín cervical es controvertido, existen especialistas a favor de su uso, otros en cambio están en contra. El collarín produce una inmovilización parcial de la columna cervical, impidiendo en gran parte el movimiento del cuello. Otra función es la de producir una ligera tracción que ayuda a relajar la musculatura y a descomprimir los nervios. No se recomienda su uso durante más de tres o cuatro semanas porque puede producir un efecto perjudicial ya que debido a la inmovilización de la columna se pierde una gran cantidad de musculatura, con la consiguiente debilidad y disminución de la resistencia que hacen que no se puedan realizar trabajos que sobrecarguen el cuello mínimamente.
  • Existen dos tipos de collarines. Uno es el rígido que está confeccionado de un material plástico duro y que inmoviliza muy bien el cuello pero es muy incómodo de llevar. El otro tipo es el collarín blando, fabricado en gomaespuma, menos rígido que el anterior y por lo tanto más cómodo de llevar, pero inmoviliza mucho menos.
El collarín puede llevarse continuamente o a tiempo parcial. El uso del collarín por la noche es a veces más efectivo que durante el día, porque impide que el cuello adopte posturas forzadas que pueden incrementar el dolor y la contractura.

Recomendaciones para un paciente con problemas cervicales:

  • Evitar posturas de flexión o rotación del cuello durante un tiempo prolongado, como por ejemplo: leer o estudiar con el libro apoyado en una mesa muy baja. Estas posturas se pueden evitar leyendo en asientos con reposabrazos o poniendo los libros en un atril en la mesa.
  • Elevar el ordenador o la televisión para que quede la pantalla a la altura de los ojos
  • Dormir en un colchón firme, aunque no rígido. Usar almohadas blandas y delgadas, de unos 20 centímetros de diámetro, aplastadas en el medio.
  • La mejor postura para dormir es boca arriba o de lado, evitando dormir boca abajo.

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